La dieta macrobiótica ha sido definida como una forma de comer basada en el principio del Yin y el Yang, buscando el equilibrio físico y emocional a través de la alimentación.
Este enfoque de la nutrición se basa en el consumo de alimentos orgánicos cultivados localmente, vegetales, alimentos integrales y disminución de grasas, azúcares y alimentos procesados. Todo el consumo debe mantener un equilibrio entre sus componentes y el aporte de energía que supone para la persona, con el objetivo de mejorar, controlar o curar enfermedades.
En general se ha planteado su uso para una gran variedad de situaciones o condiciones clínicas.